Espada Anduril-Aragorn Señor de los Anillos con soporte

La réplica de la espada Andúril, conocida como "La Llama del Oeste" o "La Espada que Fue Rota" en la obra literaria de J.R.R. Tolkien, tiene una longitud total de 133 cm. Su hoja, grabada con los textos originales, está hecha de acero inoxidable y mide 102 cm de largo con un grosor de 3,3 mm. Además, viene acompañada de un expositor para pared de madera decorado.

La historia y el significado de la espada Andúril en la obra de Tolkien son fascinantes:

Historia de la Espada: Andúril fue creada a partir de los fragmentos de la espada Narsil, que pertenecía al rey Elendil de Gondor. Narsil se rompió durante la batalla contra Sauron en la Última Alianza de Elfos y Hombres, y sus fragmentos se conservaron en la Casa de los Reyes de Gondor durante generaciones.

Reforjamiento de Andúril: Aragorn, también conocido como Strider y heredero de Isildur, se convirtió en el rey de Gondor. En este momento, la espada Narsil fue reforjada por los elfos de Rivendel y renombrada como Andúril, que significa "Llama del Oeste" en sindarin. Este proceso simbolizó la renovación de la esperanza y la unidad en la lucha contra la oscuridad.

Simbolismo de Andúril: La espada se convirtió en un poderoso símbolo del linaje de los reyes de Gondor y Arnor, y de la esperanza para la Tierra Media. Representaba la legitimidad de Aragorn como rey y su liderazgo en la batalla contra Sauron.

Utilización en la Batalla: Andúril fue utilizada por Aragorn en numerosas batallas y momentos cruciales durante su búsqueda para derrotar a Sauron y restaurar la paz en la Tierra Media, demostrando ser una herramienta formidable contra las fuerzas del mal.

Destino de Andúril: Después de la derrota de Sauron, Andúril se convirtió en un tesoro real y fue heredada por los reyes en la línea de Aragorn. Representaba la paz y la prosperidad que regresaron a la Tierra Media bajo su reinado.

La espada Andúril es un elemento fundamental en la epopeya de "El Señor de los Anillos", y su historia refleja temas de honor, herencia y renacimiento que son esenciales en la obra de Tolkien.